Sopas de burro cansado: un postre con historia

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La gastronomía gallega tiene el poder de trasladarnos a tiempos pasados. Las sopas de burro cansado son uno de esos postres tradicionales que nuestras abuelas hacían en épocas de escasez, en aquellos maravillosos años sin bollería industrial y en los que había que mantener sanos y fuertes a una inmensa prole.

En nuestros días este desayuno o merienda, todavía encuentra su cabida en muchos hogares gallegos y, por ello, en O´Caldiño hemos querido tráelo a tu mesa; para que te sientas como en casa degustando el sabor de la tradición que ha marcado a generaciones y generaciones de gallegos.

¿Quieres saber cómo se elabora y cómo se ha reinventado para adaptarse a los nuevos tiempos? Sigue leyendo y descubrirás un dulce manjar de aquellos que nunca se olvidan.

Origen de la sopa de burro cansado

Este humilde postre, el cual es un auténtico desconocido para los más jóvenes, nace en  tiempos de necesidad, poniéndose de moda entre las familias que no podían permitirse elaborar unas buenas filloas o una leche frita.

Sin embargo, este postre que no es más que pan duro empapado en vino con azúcar hizo las delicias de jóvenes y mayores y hoy en día es el protagonista de las fiestas de Mugueimes (en el municipio de Muiño Ourense) la primera semana de agosto.

Podemos decir firmemente que las sopas de burro cansado son un gran reconstituyente después de una larga jornada de trabajo o en días fríos gracias a su alto contenido calórico. Por lo que, a pesar de no ser el mejor aliado de las dietas de adelgazamiento, es un desayuno perfecto y muy saludable.

Cómo se elaboran las sopas de burro cansado

La forma tradicional es empapar pan duro gallego en vino con azúcar, pero el paso de los años ha dado lugar a distintas reinvenciones que toman la receta original como punto de partida para dar lugar a un postre delicioso cargado de tradición.

A continuación, os contamos diferentes formas de elaboración de este pedacito de cielo traído de Galicia.

Sustituir el pan por bizcocho

Sin duda, es la mejor opción para los más golosos o para aquellos que prefieren degustar las sopas de burro cansado más como postre que como desayuno o merienda.

La elaboración es muy parecida. Se hierve vino con azúcar y canela y se derrama en tiras de bizcocho.

Si además lo mezclas con helado tienes un gran postre, elaborado de la forma más sencilla. Y es que, a veces las recetas simples son las mejores y las que más gustan a nuestros comensales.

Con pan frito

Si estás leyendo estas líneas seguro que te ha venido a la mente las torrijas. Y es que, este tipo de elaboración es prácticamente idéntica.

Se pone a calentar vino con azúcar y canela y antes de llegar a hervir se retira y se empapa el pan. Después pasamos a freirlo siempre teniendo cuidado a la hora de darle la vuelta para que no se deshaga.

El resultado es delicioso y más contundente que la receta original.

Receta original

Lo primero de todo cogemos un buen pan, al ser posible gallego y del día anterior, y lo partimos en rebanadas.

Ponemos a calentar vino, azúcar y canela. Retiramos del fuego antes de que se disuelva esta mezcla y empapamos las rebanadas de pan que anteriormente hemos cortado.

Es importante que queden bien empapadas y que la cantidad de pan sea la adecuada para el vino que vamos a utilizar.

Nuestra reinvención

Llegados a este punto, os queremos desvelar cuál es nuestra receta, aquella que hemos diseñado para traer a vuestra mesa esta tradición tan gallega con un toque de creatividad pero siempre manteniendo su esencia.

Mojamos un trozo de bica en vino tinto dulce y lo acompañamos de melocotón confitado macerado en vino, helado de vainilla, nata y frutos rojos. De esta forma damos lugar a un postre sofisticado que nace de la más pura tradición de un postre típico de carnavales.

La mezcla del frío helado con el bizcocho caliente y ese toque de frutos rojos genera una explosión de sabores en cada cucharada que deleitará a los paladares más exigentes.

Como has visto, las sopas de burro cansado que dieron nombre a la famosa canción de la Maranbunta en los 90 son más que un postre; estamos ante una tradición con mucha historia que siempre conviene recordar.

¿Quieres venir a probarlas a nuestro restaurante gallego en Madrid? Te esperamos en O´Caldiño con nuestra reinvención de las tradicionales sopas de burro cansado y el resto de postres de nuestra carta ¿A qué estás esperando?